[Entrenamiento] Magia del Asesino Nocturno -Ojo del Asesino Nocturno-

Habían pasado unas semanas desde que había regresado de las montañas y de haber aprendido una nueva técnica. Desde mi llegada no me ví en la necesidad de trabajar. Ultimamente había estado algo perturbado y huraño, incluso con los demás miembros de mi gremio. Desde hace días había notado que cuando volvía a practicar el Golpe del Asesino Nocturno surgían sentimientos negativos que por momentos se apoderaban de mí ... Tal vez me haría bien tomarme un respiro y visitar a Shunsui, el mago al cual considero un padre para mí.
Armé mi equipaje, llevando los manuscritos de técnicas que el Anciano me había dado y salí hacia el bosque de los exteriores del reino. El recorrido no tuvo ninguna particularidad que fuera de importancia. En apenas dos días y medio, llegué al lugar donde me había criado. La belleza y el misterio de los viejos pinos que se erguían ante mí contaban años de aventuras e historias retratadas en sus troncos. La cabaña en la que vivía Shunsui estaba en lo más profundo e inhospito del bosque. Pasando cerca de los árboles miraba en diferentes direcciones en busca de uno en especial.. y allí estaba, tan viejo como lo recordaba en aquel entonces estaba el pino con el cual realicé mi primer Rayo de Oscuridad en mi niñez, dejando como resultado un pequeño cráter oscuro. Deslizé mi mano sobre su tronco esbozando una sonrisa nostálgica y continue internandome en lo más profundo del territorio.
Al fin había llegado a una zona de bosque que carecía de árboles, lugar donde se situaba mi viejo y querido hogar.

-Pero...¿que caraj...?

Mi puño se cerró fuertemente y mis piernas temblaron hasta hacerme caer de rodillas. Una a una las lágrimas brotaron de mis ojos los cuales cerré. No quería ver aquello, era demasiado...
La cabaña en la que crecí ahora no era más que un montón de maderas y muebles totalmente destrozados y en ruinas. Intentando recuperarme de los espasmos del shock caminé lentamente hacia allí. De entre los escombros tomé una foto de cuadro: El yo de otra época me devolvía la mirada con una feliz sonrisa...
Las horas pasaron y las luces del día se apagaron dando lugar a una noche apenas iluminada por un débil haz de luz de luna. Yo estaba recostado sobre lo que había sido la mesa del comedor.

-...Papá...donde estas?-Murmuré mirando el cielo con tristeza.
-... -

Había escuchado algo similar a un susurro. La voz provenía de una sombra apenas visible entre los árboles...

-¿Quién eres? ¿Sabes donde está Shunsui?- Pregunté dirigiendome a las sombras de los pinos
-Jeje... Si te contesto que sí... ¿qué me harás?- Me contestó la misma voz desde su lugar.

Arremetí contra aquella odiosa figura oculta entre las sombras, pero fallé. Valiendome de mi sentido del oído pude saber que escapaba saltando sobre las ramas de los pinos. Lo seguí hasta la zona más frondosa del bosque. El sujeto bajó de las ramas y me enfrentó. Se bajó la capucha que llevaba puesta y ví a una mujer muy hermosa con cabellos dorados y mirada sagaz que me miraba con ganas de asesinarme.

-Equipo... ¡EN POSICIÓN!

Otro par de encapuchados bajaron de entre las copas de los pinos y los tres se pusieron en ofensiva.

Los extraños tambien se bajaron las capuchas. El más alto tenía una cicatriz en forma de un tajo fino, que abarcaba desde la mejilla hasta el mentón. El otro, en apariencia era muy degado y tenía los ojos muy abiertos, con expresión ausente. La rubia ordenó que éste último me atacara.
El sujeto me atacó. En cuestión de segundos descargué mi ira sobre ese pobre hombre usando el Golpe del Asesino Nocturno, incrustando mi brazo en su barriga. El hombre hizo un gesto con la boca, abrió aun mas sus grandes ojos y se desplomó en el suelo quedando inmóvil.

-No eres un tipo común... esa magia... Lo siento, pero tendremos que matarte.

Dicho esto la mujer y el hombre de la cicatriz subieron nuevamente a los pinos, camuflandose en la oscuridad. La débil luz de luna no me dejaba ver que sucedía. Sentía dolores punzantes en mucha partes del cuerpo al mismo tiempo. Me estaban golpeando y yo no los podía ver...

-Eres hombre muerto, ni siquiera puedes defenderte

Decidí no quedarme allí parado mientras me debilitaban. Use el Golpe del Asesino Nocturno en ambos brazos y comencé a agitarlos desesperadamente y a tientas para detenerlos mientras continuaban golpeándome en los puntos que no alcanzaba a cubrir...

El dúo continuaba atacandome sin cesar y yo no encontraba manera de defenderme o de por lo menos, contraatacar. El método de ataque que usaban no era muy complejo, se valían de la oscuridad de la noche y de la velocidad de sus ataques.

-Esos ataques tan débiles no me causan ni cosquillas
-JAJAJAJA ¡Mientes!
-Mentir no te resultará útil

Analicé un instante los puntos desde donde me golpeaban y su estilo de lucha y se me ideó un plan que tal vez pudiera resultar...

-¡¡ATÁQUENME CON MAS FUERZA SI SE ATREVEN!!

Nada más al decirlo, la frecuencia y el poder de sus golpes aumentó considerablemente. Puse en marcha mi estrategia: Me puse de cabeza mientras hacía un improvisado movimiento girando las piernas en el aire continuamente dando la impresión de un ventilador humano. A continuación lo hice más potente...
-¡GOLPE DEL ASESINO NOCTURNO, ESTILO PATADA MÚLTIPLE!
Envolví mis piernas con mi magia, tal cual hacía con los brazos... Gracias a esto les propiné dos potentes golpes a ambos contrincantes. La mujer rubia alcanzó a protegerse pero se daño su brazo en el intento. El sujeto de la cicatriz es el que más duro fue golpeado, pues recibió el ataque en la cara y salió despedido a lo lejos hasta estrellarse en un árbol, partiendolo al medio...

-Tsch... Mi brazo... ¿donde te metiste maldito?

La mujer miraba a todos lados desconcertada por haberme perdido de vista...
Yo no desaproveché la oportunidad y me situé atrás de ella y le di un golpe en la nuca para dejarla inconsciente. Ella cayó al suelo boca abajo.

-Bien, muchacho. La sacaste de mi camino, ahora sí puedo usar todo mi poder sin restricciones

El hombre de la cicatriz volvió al combate con una expresión bastante maliciosa. Probablemente su "jefa" no le permitiera explotar todo su potencial...
Con un grito de guerra, desapareció de mi vista y volví a sentir dolores punzantes en todo el cuerpo. Otra vez volvía a usar la velocidad para atacarme...

-Ughh... maldito...

La situación no me daba tiempo siquiera de doblegarme de dolor. Mi poder mágico se estaba agotando con rapidez y me sentía totalmente indefenso, como una liebre acorralada por un lobo.
Ya no tenía ideas y no podía usar la misma tecnica pues estaba cansado para usarla y probablemente el enemigo ya estaría preparado para contrarrestarla.

El enemigo me estaba atacando incesantemente golpeandome en todo el cuerpo. Se veía muy enérgico, por lo que pude deducir que su estrategia de ataque se basaba en una ofensiva veloz. Probablemente si yo contraatacara, podría dejarlo fuera de combate rapidamente, pero... ¿como hacerlo? Si ni siquiera puedo seguirle el paso con la vista, y mucho menos cubrirme de sus golpes...

-No eres tan fuerte como te describían, mago oscuro... En verdad me decepcionas
-No me subestimes *cof... Ni bien te toque, te venceré *cof *cof
-Si estas tan confiado... tal vez estes listo para morir con mi super combinación de ataque jajaja

De repente los golpes que recibía antes, me parecieron debiles en comparación con los que estoy recibiendo en este momento... Ahora se sentía como unas garras rasgaban y hacían finos cortes en mi piel, con cada ataque. Sí, descubrí que el hombre de la cicatriz usa magia Take Over Animal y combino las patas de algún animal veloz, con las garras de algún otro, tal vez de un tigre... eso no lo sé con certeza.
Mi espalda, brazos, piernas e incluso el abdomen estaban lesionados por los cortes e incluso brotaba sangre de un costado de mi cabeza. No estaba en mi mejor momento...
El tipo me golpeó con fuerza y caí boca arriba mirando hacia los árboles. ¿Qué estoy haciendo? No puedo rendirme aún. No aquí...no ahora. Aún no se lo que le sucedió a Shunsui... si vive o ya no...
Con esfuerzo me levanté forzando a mi propio cuerpo. Sabía a la perfección que el enemigo jugaba conmigo, de otro modo ya me hubiera asesinado. Simplemente no puedo aceptar que me perdonen la vida por ser débil...

-¡¡ACABEMOS CON ÉSTO DE UNA VEZ!!

Por un momento, el ataque del enemigo cesó. Se pudo escuchar su voz desde las sombras...

-Bien, lo tomaré como tu última petición. Esta vez no daré vueltas y te mataré con mis proximos tres movimientos... Prepárate...

El hombre de la cicatriz comenzó a emanar una especie de aura verde, volcandola especialmente sobre sus extremidades, aunque más específicamente sería sobre sus patas y garras. Seguramente era para potenciar sus habilidades y realizar golpes más efectivos. Si no planeaba algo rápido realmente me iba a encontrar con un problema...
La luz de la luna llegó a su máximo esplendor, iluminando entre los arboles y malezas, como nunca visto hasta ahora. En las sombras mi enemigo estaba listo para ponerle fin a mi vida. Todo sucedió en cuestión de segundos: Pude ver como un destello verde se acercaba e impactaba en mi zona abdominal con la velocidad de un rayo...
Ese movimiento me produjo un dolor agudo en todos mis organos internos y me hizo retroceder, mientras me sujetaba con fuerza mi estómago. Escupí un poco de sangre y me reincorporé con esfuerzo...
El primer movimiento había sido muy efectivo y ahora solo restaban dos para terminarlo todo... Sin perder tiempo, otro ataque fue hacia mí e impactó en mi espalda, dejandome sin aire y tronando los huesos de mi columna... El golpe me tumbó boca arriba una vez más. Sin darme cuenta, con el transcurso del combate nos habíamos acercado hacia el terreno donde estan los escombros de mi viejo hogar... Entonces ví como el enemigo destrozaba bajo sus pies y apartaba con frialdad la foto que antes yo había visto...
Solo faltaba un movimiento más y se acabaría todo...

Todo estaba pasando en segundos... Riendo maliciosamente, el enemigo se preparó para asestarme el golpe letal. Yo sentía una combinación fuerte de recuerdos y emociones que se acumulaban dentro de mi...

-Adiós... mago oscuro... JAJAJAJA

El haz de luz verde producto de la velocidad del enemigo se dirigía directamente hacia mi cara... Esas emociones acumuladas cundieron en una poderosa sensación de tristeza y odio por sentirme impune y débil, provocaron que se me cayeran unas cuantas lagrimas de desesperación.
De repente, sentí como si mis ojos se salieran de sus órbitas y estallaran. También como cada una de las terminaciones nerviosas oculares latían con fuerza y el dolor parecía acrecentarse junto con mis emociones...

-¡¡¡AAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH!!!

El gran grito que lancé sonó como un rugido de animal furioso, descargando su frustración.
En ese instante, sentí como si algo hubiera cambiado. El campo visual que tenía parecía moverse con lentitud, incluso podía ver el exageradamente lento movimiento de las hojas o incluso el de los pequeños insectos nocturnos. Había conseguido hacer una especie de magia ocular para ver el mundo de manera ralentizada...
La luz que se me acercaba era más objetiva: Ahora podía ver a mi oponente en ella, apuntando sus afiladas garras hacia mi cuello y mirandome ferozmente. De rápidos reflejos, me acoplé a la situación, saltando hacia el árbol más cercano segundos antes de que el hombre de la cicatriz provocara un cráter en el pino donde segundos atras yo me encontraba. Ésta acción lo dejó algo confundido, entonces yo, sin desperdiciar la oportunidad, me avalancé sobre mi enemigo impulsándome con ayuda del tronco de mi árbol haciendo un poderoso Golpe del Asesino Nocturno incrustandoselo en el pecho, arrastrándolo por el suelo producto del impacto.

La maldad se había apoderado de mí. Sentía un profundo y extraño deseo de aniquilar al hombre de la cicatriz, el cual yacía inconsciente bajo mis pies.
Usé mi mano derecha para cargar un poco de magia y acabar con él...

-NO LO HAGAS...por favor... *snif

El sollozo de una mujer me hizo voltear. Era la líder del trío, la mujer rubia que había dejado fuera de combate hace un rato... Se veía exhausta y desesperada, tal vez porque temía que acabara con su vida también...

-El no hizo nada malo *snif
-Ustedes me provocaron, yo solo venía a visitar a mi padre y me los encontré
-Tú no entiendes...

La mujer y yo cruzamos miradas por un instante... La mirada de temor que me devolvían sus ojos me hicieron volver en mí mismo.

-¿Qué es lo que debo entender?
-Nosotros somos magos mercenarios contratados en representación del Consejo...
-¿¡Qué!? ¿Y qué hacen aquí?
-Fuimos contratados para detener a un tipo de mago específico que, se suponía, vendría a este lugar

En pocas palabras, la mujer me relató de que Shunsui se fue con representantes del Consejo de Magia en su contra y por su propia seguridad. También de como a ellos se les había asignado la misión de observar quien acecha estos lugares y detener a cualquier mago que use el elemento oscuridad... Al parecer alguien está detrás de Shunsui y usa el mismo tipo de magia que yo...

-Me puedes decir por favor ¿donde se encuentra Shunsui?
-Lo lamento, a magos mercenarios como nosotros no se nos brinda esa clase de información
-Entiendo... Ya no tengo motivos para estar aquí...

Tomé del suelo la maltratada foto en la que aparecíamos Shunsui y yo riendo, y la doblé cuidadosamente para guardarla en mi bolsillo...
La líder de los mercenarios tomó a sus amigos y se alejó con una seria despedida haciendome un ademán con la cabeza.
Aún era plena noche, los buhos y lechuzas pululaban y yo, caminaba por el mismo sendero por el cual llegué, dirigiendome camino a mi gremio, Fairy Tail...